Lo que se
espera,
cara a cara.
Y sin vacios
que esconder,
solamente
los deseos
que soñás en
tu cuarto,
cuando nadie
te ve.
Sin la
intriga del desamor
que te busca
entre las sabanas
para dejarte
sin nada,
más esas
palabras que no dijiste.
Como una
veta, te escondés
en esa
multitud que corre,
que sigue el
sentido del tiempo
hacia la
punta del ovillo,
hacia ese
enjambre de animales
pastando en
sus terrazas.
Apurate, no
pares
que se te
queman las sierras.
Se te escapa
la noche
mientras
esperas, nada más
que se
prenda la luz.
Dale,
levantate y prendela vos.
Llover hoy? no creo,
por las dudas lleva el paraguas…