domingo, 25 de septiembre de 2011

Sin esperar levantate


Lo que se espera,
cara a cara.
Y sin vacios que esconder,
solamente los deseos
que soñás en tu cuarto,
cuando nadie te ve.

Sin la intriga del desamor
que te busca entre las sabanas
para dejarte sin nada,
más esas palabras que no dijiste.

Como una veta, te escondés
en esa multitud que corre,
que sigue el sentido del tiempo
hacia la punta del ovillo,
hacia ese enjambre de animales
pastando en sus terrazas.

Apurate, no pares
que se te queman las sierras.
Se te escapa la noche
mientras esperas, nada más
que se prenda la luz.

Dale, levantate y prendela vos.

Llover hoy?  no creo,
por las dudas lleva el paraguas…

Por acá


Con todo el peso de los hombres
y los bosques marcados
y la gente salvada
y los pueblos de larga noche
y los siglos de soledad
tiemblan en mi pulso,
vienen todos a mí,
llegan y se van
como los días que anochecen,
como las huellas del sol
en la piel de los mares
y las noches en que vivimos
más cerca de toda de la hierba.

martes, 20 de septiembre de 2011

En voz bajita...


Difícil de escuchar, el sol cayendo.
Y los lugares que adoptan tu sombra
se esconden despacito detrás de mí.

A la espera de las velas
que no se apagan con la lluvia.
Las que el viento no acelera,
porque están clavadas en tu alma.

Y así esa luz te sigue, y me sigue.
Nos llena por fuera, los contornos
del mar que imaginamos, que tenemos,
que buscamos.

Esperan que la sombra se apague, con miedo.
Y eso no pasa, mientras la duermevela te convoque
a este lugar tan tuyo,

que soy yo.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Una historia III


Escucho los ruidos,
lejos de acá.
Como por debajo de un manto
de un mar, o de una vida.
Plagado de voces, enciendo
lo único que tengo aún.

Poco me queda, pero
aguanto el tiempo con ansias
de no sé qué.

Hablo para no escuchar más,
mi silencio es como el sol
quemando arena y silicio.
Cerca,
mi piel se olvida de vos.

Entrecortado


Ella no cree que esto sea para tanto, todavía no sabe de nuestra relación unilateral, porque  todavía creo que no le gusto, ni me quiere como yo a ella. Y así tendrá que ser, el tiempo que haga falta. Todo porque creo que vale la pena, que ella es única y quizás no sea ella, sea otra. Pero es lo mismo, saber esperar ese milagro que uno sabe que algún día tiene que pasar aunque las probabilidades sean pocas. No nos queda más que creer que es posible, que existe. Esa persona que nos va a enamorar de una mirada y que a partir de ahí, no nos podamos  imaginar la vida sin ella. Que nos corresponda su amor o no, es otro tema que nos hace más fáciles las cosas o no, pero no importa, la búsqueda es nuestra vida. Imaginarme reflejado en sus ojos, en sus abrazos es lo único que necesito para seguir. Estaba fresquito y tenía ganas de algo para comer después de tanto mate. Fuimos hasta su casa, la despedí para siempre y me fui deseando haberla besado.

Esa noche soñé que tenía un circo, y yo era el malabarista principal.

¿Por qué? Que se yo. 

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Una historia II


Retratos y fiebre,
lunes a la mañana.
Esquela de sueños,
cometas contraídas
y canciones nefastas.

Partidas urgentes
y caminatas en flúor.
martes por la noche,
nos miramos tanto...
reproches.

Tierra de preguntas
y sonetos incompletos,
miércoles al mediodía.
Acordamos ser la nada,
pero nos volvimos todo.
Ay de nosotros,
que nos creamos sin amar.

Té con leche, una nube,
dos terrones y una flor.
jueves de madrugada
se me revienta el corazón.

El viernes pizza descalzo.
Me siento despacio y miro
el principio del hombre,
del mundo.
Una de muzzarella.
Me doy cuenta de repente,
así como si nada:

"todo tan claro,
pero todo tan equivocado."

Me duermo tranquilo,
mientras el cieloraso
se parece a las sierras,
contando las estrellas
mientras enfocamos la luna
con mi telescopio,
me duermo.
Mañana,
            tan solo es sábado.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Anoche


Por la ventana logré ver los hilos de tu bufanda, remojados en el frio de tu comedor. El 
caloventor me zumba es instrucciones para quedarme despierto y tengo la cara tibia.

Cada tanto, un movimiento cortito, casi espasmo, y vuelta al susurro.

A cada hora la luz parece menos luz y los pájaros se acurrucan cerquita. Cierro los ojos pero te escondes. Entonces me desvelo imaginando que estás acá, que no te vas, que nunca te fuiste.

Miro por la ventana otra vez. Hay una paloma que duerme y un poco de miedo.

Solo un poco.

Descontexto

Ya no era ella, ya no era yo.
No hablamos, ahora destinados
solo, a cambiar para siempre.

martes, 6 de septiembre de 2011

Una historia


Preferí  edificar simulacros descompuestos
a juntar los cristales rotos que brotaron de tus ojos
mientras la mugre corría calle abajo, la lluvia
llenaba los agujeros de los recuerdos,
ya a esta altura, dados de baja por inactividad.

Te vi sentándote en el cordón de la vereda
hiciste una mueca, giré y ya no estabas.
Miré el agua desviarse hacia el cielo,
mojando las nubes, liberando el frio
hacia lugares que tal vez no conozca jamás.

Te imagine en una ventana sin vidrios, sin reflejos
sin tiempo, inmóvil, sin consecuencias,

sin momentos, con nada.