miércoles, 31 de agosto de 2011

Pequeño Mar II

La lluvia marcó en mi tu nombre,
y una simple gota dibujo tu rostro.
A mi, que los pinos me reproducen tu voz
y su madera ensordece mi sangre,
solo me queda buscarte.

En los palitos de algunos muelles,
en las baldosas de algunas ciudades,
en algún barrilete que vuela solo,
adentro de algunos caracoles,
cercanos al mar, cercanos al cielo.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Casi nada, es nada.


Como el silencio entre dos planetas,
suspiro.
Casi eterno,
detenido en el instante que casi:
“chau, que estés bien”.
Pero supiste faltar a nuestro café,
a las mañanas de impecables naranjas,
a las pisadas en el barro,
las medialunas llenas de botones,
a la ceguera de los besos
y a la respiración entrecortada
de un corazón entregado.

-          -Son dos pesos.
-          -Acá tenés justo.
-          -Gracias. 

miércoles, 17 de agosto de 2011

sin nombre


La arena se escapa de mis manos,
el tiempo, se sacude en realidades
que sin saber hemos creado,
en nuestro plan de ser eternos.

De ser los flujos de los engranajes
del mundo que imaginamos,
pero que no vemos, porque
somos en él, pedacitos de aserrín.

Bienvenidos

Compartir algo. Un intercambio, un momento de a muchos que se juntan alrededor del fuego a leer. A descubrir los chasquidos de otros lugares, otros tiempos que nacen de un intento de crear. A ser tantos con tan poco, a descubrir los cabos de las cabezas ajenas, a pensar que las migas que resuenan en mi manteca, vienen de algún dulce cercano.


Para que discutir, si podemos disfrutar. Podemos incluso sentir, y delirar.
Abrazo este segundo de paz, la manteca esta todavía reluciente, sin tostada. Vamos a salpicarnos, a manchar las cucharas, o de última,

tengamos mantecas separadas.  

Bienvenidos a mi blog, una merienda constante.